El arpa es un instrumento de cuerda pulsada, puede ser percutido por los dedos o por una púa. Es un instrumento que se conoce ya en las diferentes culturas desde la antigüedad y está presente en diferentes épocas de la humanidad.

 

Ha estado presente en la orquesta y numerosos compositores han creado música para este instrumento. En España en el S. XVI compositores como Antonio de Cabezón crearon obras como las Intabulaciones para doble Arpa.  En Francia compositores como Ravel y Claude Debussy compusieron conciertos para Arpa que aún hoy en día se siguen interpretando.

El arpa renacentista tenía veinticuatro cuerdas, dispuestas diatónicamente. Praetorius habla del arpa doble, que permite un cromatismo total para interpretar música polfónica. Bermudo, en 1558, le añade cinco cuerdas de color para hacer cromatismos. En el Siglo XVI, hay dos tipos de arpas: en Italia el arpa doble, con dos filas de cuerdas paralelas, y el arpa cromática de España.

A partir del Siglo XVI será uno de los instrumentos que se utilizan para el bajo continuo. Comienza a usarse en el Orfeo de Monteverdi. Muy apreciada y utilizada por Händel en sus obras.

 

En España se usa el arpa de cuerdas cruzadas que se había inventado en el S. XVI. Tanto en España como en Italia se usa mucho como instrumento solista. En el Romanticismo se generaliza su uso y tiene su auge en el Impresionismo.

El arpa actual es muy grande. Tiene siete pedales en la parte inferior, que corresponden a las siete notas de la escala. La consola tiene cuello de cisne y las clavijas sirven para afinar las cuerdas.